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ZarAGOTA

El último post del año

pues eso, un año extraño, feliz y complicado, duro y triste, un año que no olvidaré nunca. Y me despido de él con dos buenas noticias: en la revista Qué leer de este mes de Enero aparece una reseña de Ciudad de Mármol de Enrique Villagrasa y los chicos de Domador me han invitado a participar en su concierto en la fiesta demoscópica.

Bueno, esta columna me la pidieron en el Heraldo para el suplemento especial del 1 de Enero, pero al final no ha salido, así que os la pego, es un poco resumen. Se llamaba Una Mañana

 

Lo primero que hizo Matías al levantarse fue eliminar con la mano la opacidad empañada de la ventana. Quería contemplar el rostro invernal de la ciudad, compararlo con la estampa dormida de su mujer, envuelta todavía en las mantas del diciembre zaragozano. A pesar del evidente desequilibrio se decidió a salir del piso, descendiendo las escaleras hasta detenerse frente a la puerta del rellano. La abrió y asomó su rostro con prudencia a la calle. Había recordado los rumores que recorrían la cidad: todos sabían que la Crisis esperaba ansiosa a los imprudentes y temía notar su zarpazo en el cuello si se descuidaba. Sólo se aventuró fuera del portal después de mirar largamente hacia los dos lados de la acera, asegurándose, cauteloso, de que no existía ningún peligro. Le gustaba ZarAgota o zetagezeta como la llamaban algunos, le gustaba todavía más cuando los cohetes de la Expo se habían apagado dejando un poso de ilusión por digerir en las avenidas. Mientras caminaba recordó el corazón de su amigo parado unos meses antes y una chispa se le encendió en los ojos. Se dijo a sí mismo que ese día era uno tan bueno como cualquier otro como para ser declarado el primero del resto de su vida. Así que, exhalando una de esas bocanadas de aire que se vaporizan al instante por el frío, continuó caminando mientras trataba de decidir cuál iba a ser ese año el regalo de Reyes para sus padres.


Sergio, te echo mucho de menos, amigo.

 

2 comentarios

doberka -

Que este año nuevo os haga felices, Otavio. Me sumo a Enrique:"alegría y poesía" para todos. Besos

Enrique -

Feliz año, Octavio. Mucha felicidad para 2009. Alegría y poesía.