Manual de Oficios de Nacho Tajahuerce
II Accésit de la IV Edición Premio de Poesía Delegación del Gobierno en Aragón-Cajalón
Nacho Tajahuerce debutó con Deshielo (Editorial Eclipsados) un libro dinámico, urbano y trufado de gemas primerizas que ha confirmado con este Manual de Oficios, con el que se llevó el II Accésit del premio de poesía de la Delegación del Gobierno en Aragón. Si Tajahuerce defendía en su primera entrega su poesía como un compendio de observaciones en primera persona, frisando peligrosamente una poética moral demasiado individual, en este Manual de Oficios da un salto cualitativo hacia la madurez estética del escritor sosegado que muestra la realidad que lo rodea sin incidir en juicios más allá de lo necesario, con una cotidianidad hermosísima (“Observo su infancia/ y recuerdo/todo/lo que no pude llegar a conseguir./Lo mismo que le ocurrirá a él,/más tarde o más temprano” del poema Padre) que lo hace cercano al lector- y, por lo menos en la opinión del que firma, esa es la base de una nueva poesía- y agrada- aún con el resquemor que sus palabras destilan cuando la realidad social lo amarga- en piezas como (“Abro la mano/y continúo trabajando del poema Empleado de Banca).
Un poemario estructurado en cuatro partes: Vida, Tiempo perdido, Sin dirección y A modo de epílogo.Libro de familia, en el que el que la mirada de Nacho Tajahuerce se posa en oficios y vocaciones, mostrando con ternura un mundo complejo pero sin morderse la lengua cuando la situación lo exige (“El café ya no es el mismo de antes./ Sabe aguado y lo cobro más caro. del poema Camarero propietario) o un humor ácido e imprescindible para poder ser fiel a la sociedad en la que vivimos (Debería suspender a Susana, /pero tiene las tetas demasiado grandes. del poema Profesor o “¡Viva el Rey” del poema El Rey). Es un libro que sólo tiene sentido en conjunto, como un compendio de pequeñas viñetas definitorias de una España costumbrista, con sus luces y sus sombras, llena de vicios y desengaños pero con un punto de esperanza que deja siempre la media sonrisa al terminar cada verso.
Un libro maduro y reflexivo este Manual de Oficios, de sencilla arquitectura y verso liviano, un libro que incide más en el contenido que en el continente y necesario para entender lo que sucede a nuestro alrededor. Poesía, al fin y al cabo.
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taja -
taja