Voy a pedirles que sean comprensivos conmigo
puesto que el verano me sienta fatal, la peor de las estaciones, tengo problemas con la administración pública y un agotamiento crónico que el sueño profundo no repara. Los libros se acumulan en la mesilla, como el polvo sobre la caja aniversario de los Niños del Brasil, termino un cuento, lo mando hoy a algún concurso, pronto tendré un montón. Se llamará La Gota y otros cuentos. Igual debería empezar a moverlo.
Hoy tengo distintas reuniones y encuentros. Pero sobre todo me apetece estar solo. Solo o con María Caníbal.
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