Crónicas de ZarAGOTA: De Ademenos y Calor (II)
El viernes había un montón de cosas por hacer en Zeta, así que tuve que seleccionar-me perdí la presentación del nuevo EP de Zarápolis y la sesión de Hang the dj vs Remain en la Lata de Bombillas-y quedarme con mis obligaciones más directas: presentación de CALOR (editorial Visor) en la librería Cálamo, compartiendo escalera con Jesús Jiménez y el autor, Manuel Vilas. No fui erudito, sólo escribí sobre las sensaciones que me había producido Manolo todos estos años, desde que de jovencitos leíamos El Cielo en Música para Camaleones. De nuevo los habituales: Tajahuerce, Miguel Serrano, Dolan Mor, Ana Muñoz, Ángel Gracia, Miguel Ángel Ortiz Albero y David Mayor haciendo de anfitrión y portándose con la amabilidad y el buen gusto que siempre destila. Me tomé un bocado con María Caníbal y me fui corriendo al Bacharach, a pinchar. Se casaba Andrés Perruca, el periodista y batería de la mítica banda del Niño Gusano y Sergio Algora y Enrique Moreno andaban colocándose una corbata en la frente en plena celebración. En el Bacharach lleno, como suele ser habitual-pinche yo o no, eso no es cuestión de selector musical-y algo de yeyé, tecnopop, tropicalismo y demás mandanga, vinieron Simón Salmón, Pelvet y demás habituales. A las dos y media y apartando ebrios y enfadados me pillé un taxi camino de casa. Estoy mayor para la Casa Magnética.
Y además el sábado por la noche teníamos la residencia mensual en el Mar de Dios. Santi Rex y Leo Camaleón, esta vez sólo vinilos. Fue una noche larga, con los singles del maestro Rex calentando el ambiente. Los Niños del Brasil, por cierto, cuelgan esta semana en su myspace su nuevo tema, un canción compuesta por Enrique Bunbury para la banda de Rex, Estación y Serrano. Podéis descargarlo cuando queráis. Se pasaron Luis Cebrián de Nubosidad Variable-que este próximo viernes tienen su concierto de X aniversario, junto a la gente de Clic!!, que hacen su segundo y Estige, Mister Hyde y De Vito completando la terna sobre el escenario-, Chiqui, el cantante de El Hombre Lento-sigan a esa banda, son buenísimos-, López Pérez pinchadiscos saliendo de los cuarteles de invierno y el resto de los habituales noctámbulos de la ciudad. Mucha oferta, mucha y espera, que aún falta la Expo.
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