Crónicas de ZarAGOTA: Un nuevo comienzo (I)
Han pasado varias semanas desde la última Crónica que escribí-más que semanas, la realidad es que ha sido un puñado de meses-, no estaba muy seguro si debía continuar, si tendría ganas de continuar en realidad... pero bueno, es domingo por la noche, el momento clave y mágico en el que los recuerdos de los últimos días se volcaban en el papel y se preparan para el tránsito en lógico hacia la red. Y lo intentamos.
Fue una semana emocionante. Ángel Gracia, el escritor y poeta, había montado cuatro días de homenaje a Sergio Algora en el Fórum de la FNAC y eso marcó, marcó mucho. El lunes fue el primer día, recordábamos al Algora poeta, al maravillosos constructor de mundos y versos que había dejado su impronta en cuatro cinco excelentes libros a lo largo de su vida. Estaba Envolver el humo, con su visceralidad , estaba el delirio pánico, familiar y sangrante de Paulus e Irene, la delicadeza forjada a base de aforismos y reflexiones de El mismo rey, la misma reina, la pureza renovadora de Cielo ha muerto, la hermosa arquitectura de Los Versos dictados... no sé, os recomiendo todo. Nos juntamos una hora antes en el fórum, Ángel ordenaba de manera nerviosa los bancos y Jesús Jiménez y yo lo mirábamos sonriendo. Era un día emotivo, un 22 cargado de fuerza y significado. Jesús Jiménez me trajo un cd con grabaciones y maquetas de los grupos menos conocidos de Algora: Índice de Cuba, Tras el francés y el proyecto paralelo y experimental al Niño Gusano que se llamó Cangrejus. Son canciones áridas, difíciles, algunas inocentes en su producción, pero todas llevan el inconfundible sabor Algora en cada una de sus notas. Muchas gracias Jesús, desde aquí, por cederme este tesoro. Después llegó Fernando Andú, el poeta misterioso, el hombre del que se sigue hablando algunas noches en las esquinas de la ciudad. Yo no lo conocía aunque unas semanas antes había cogido en la Biblioteca de Aragón su libro Invenciones de las Cárceles y me había gustado mucho. Nos juntamos en un café para aligerar los nervios y fueron llegando más amigos de Sergio: Nacho Tajahuerce, Miguel Serrano... fue hermoso, muy hermoso. Empezó Jesús Jiménez recordando la obra de Sergio y cómo a algunos se nos sigue apareciendo en sueños. Me emocioné y eso se notó cuando subí a leer mis textos. Recordé nuestro viaje a Guadalajara, nuestros meses conviviendo en la misma casa, todo lo que Sergio significaba... después subieron Miguel Ángel Ortiz Albero, Ana Muñoz, Forega en voz con su poema grabado en cd, Manuel Vilas, Alfredo Saldaña, Andú, Tajahuerce y Miguel Serrano, Cristina Járbores... después la familia de Sergio... en fin... después nos abrimos para el Bacharach, haciendo tiempo para la cena del 22 en la Fonda de la Peña. Esta vez a los habituales se nos unieron Pepito y Julia de Antígona y Manolo Vilas. La Expo, los freaks de librerías, las viejas historias de siempre... nos fueron alimentando a la vez que las viandas saciaban el estómago. María Caníbal y yo nos retiramos pronto de manera prudente: al día siguiente me esperaba Teruel y la Piedra en el Charco.
El martes era el turno de los encuentros literarios en Teruel. Nacho Escuín, editor de Eclipsados, había montado una jarana de cuidado en la capital turolense y, entre otras actividades, nos había invitado a presentar Parque de Atracciones, la antología de poesía femenina que habíamos coordinado David Giménez y yo y editado con la colección de libros de El Imperdible vía la editorial 1001historias. Y allí que nos fuimos, acompañados de dos de las rusas (Ana Gijón y Laura Tajada) y con Miguel Serrano de tercer compañero en el coche. El camino hasta Teruel se ha agilizado mucho y en un par de horas nos presentamos en el Museo Provincial justo a tiempo de ver cómo salían de la primera ponencia de la tarde.
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