Crónicas de ZarAGOTA: La ciudad en llamas (II)
El jueves estuvimos terminando de pulir los temas en mi casa y organizando el viaje de Experimentos in da notte del fin de semana. El viernes fue un día largo pero muy divertido. A las once estábamos Luis Cebrián y yo en un tren camino de León –seis horas-, cargados de guitarras, atril, textos y una muda de ropa interior limpia. De León a Oviedo otras dos horas y al llegar ya era de noche. Oviedo nos recibió con honores de jefes de estado-casualmente era el fin de semana de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias y estaba todo lleno de gaiteros y demás demostraciones de folklore asturiano-. Llegamos al hotel fácilmente y esperamos la llegada de Juan Marqués. El escritor zaragozano, que actualmente termina su tesis doctoral tras cuatro años en la Residencia de Estudiante, nos llevó hasta la primera parada. Nada más llegar nos encontramos a Jose Luis Piquero, el escritor asturiano al que había conocido en la semana de Los Chicos están Bien, también a las chicas de La Bella Varsovia, encabezadas por Elena Medel y al escritor sevillano David Eloy Fernández. A muchos los había visto en fotos, a otros los había leído por la red. En el primer bar nos estaba esperando Alba González y Sofía Castañón, para mí las dos cabezas visibles de la movida de la Ciudad en Llamas. Cenamos rápidamente porque nos teníamos que ir corriendo a La Caja Negra, el garito donde esa noche tocábamos. Allí, la verdad, es que fueron muy amables con nosotros. Curiosamente-por normativa municipal-no se podía aplaudir, así que sólo se podía chasquear lo dedos en señal de aprobación. Primero actuó Pau-Pérrima, en una performance que unía poesía, cotidianidad y el transformismo de personajes con el que la vanguardia sigue alimentándose. Después nos tocó a nosotros. Íbamos guitarra y voz y la verdad que, a pesar de todo-freaks y murmullo mínimo-, lo dimos todo. Hicimos un poema de Giorno-el beatnik que el próximo lunes actuará en el Páramo-, Di no a los valores familiares, con un fondo country realmente apestoso. Después mezclamos un poema de Sofía Castañón con la letra de Caprichosa de El Hombre Burbuja para estrenar nuestro segundo tema político, No le digas a ella que fumo. Y unos cuantos clásicos: Los recibo en batín (con Luis en la voz), El Rayo Cae de El Niño Gusano, Jane Birkin-muy esperado por el público gracias a la publicidad que Sofía Castañón había hecho- y cerramos con el Aleluya de Leonard Cohen-y nos bajamos los pantalones, claro-. Y si no sabes cómo terminar, invéntate un final. Lo de después, intoxicación, conversaciones y amoríos de ocho de la mañana lo reservo para la próxima biografía de Experimentos in da notte, en la que contamos, además, por qué nos dejó Jaime L. Novo (os adelanto que tiene que ver con la noche que pasó Jaime en la misma habitación que Luis Cebrián en una habitación de hotel de Logroño). El título provisional: Mártires con sombrero.
Un lujo la Ciudad en Llamas. Ojalá algún día podamos hacer algo parecido en Zeta. Mientras tanto seguiremos viajando y llevándonos el vino y las mujeres de los lugares donde pernoctemos. Muy rico todo, muy abundante y una pena lo de Manolo.
3 comentarios
ana m. -
O. -
Cebrián -