Crónica de Stereant-Esphera en la sala Zeta

El pasado sábado se celebraba la segunda parte de la final del primer concurso de pop y rock de la sala Zeta. Era la noche de las votaciones pero antes de decidir el ganador dos bandas tenían que lidiar sobre el escenario: Esphera y StereAnt. Los primeros abrieron la noche con un rock de sonido denso, pleno en los pasajes instrumentales y arraigado entre las tonalidades más oscuras de las nuevas olas. En formato cuarteto, las canciones tienen un punto árido que las hace difíciles de digerir, a pesar de una ejecución correcta-que puede ser su mejor baza-, y pueden pasar de momentos broncos a la lucidez del medio tiempo con un punto sensible. La voz se imponía frente a la tormenta instrumental y eso siempre es de agradecer, aunque las letras en castellano resultaran un poco flojas. Posteriormente Esphera fueron nombrados ganadores del concurso de la Zeta. Habrá que seguirles la pista. StereAnt desplegaron sobre las tablas todo su arsenal de garage, pop épico amarrado a puntuales sintetizadores y rock de los noventa, ansioso de punteos y líneas de bajo empapadas de aguardiente. Cada vez más alejados de planteamientos británicos-en la sonoridad y el lenguaje-, raspan a base de guitarrazos y una contundente sección rítmica-a la que la incorporación de Arturo al bajo ha dotado de una solidez de la que carecían en sus comienzos- que no se inmuta mientras la paleta vocal de Isaac navega entre las brumas eléctricas. Casi todo el repertorio en español –sólo cayó un Sometimes dedicado a Controversy, que estaban entre el público-, con las dos perlas en forma de single inmediato: Mr Vértigo e Inquietudes, y a pesar de unas letras que exigen un poco más de trabajo, el conjunto sonó compacto. Lo mejor, los momentos solistas de Jaime L. Novo a la eléctrica y los momentos en los que Carlos combinaba la batería con las segundas voces, empastando perfectamente con la principal y aderezando algunas de las melodías vocales. StereAnt es una banda sólida, con buenos temas y que está a punto de realizar el salto cualitativo que la devuelva a la primera división del pop rock aragonés después de una época un poco oscura.