Lo que el mundo esperaba: Sólo para la noche por Ángel Guinda
Aparecido ayer en el Heraldo de Aragón (suplemento Artes y Letras):
Sólo para la noche. Ana Muñoz. Lola Editorial. Colección: Libros de Berna. Zaragoza, 2008. 54 páginas.
Una voz poética nueva, decidida y convincente, destaca en el coro de la joven poesía española actual: la de Ana Muñoz. Emerge desde Aragón. Sólo para la noche es una sobredosis de vida hecha experiencia de poesía y ofrecida en crudo. Ana Muñoz tiene talento verbal, qué decir y cómo decirlo: con naturalidad y contundencia. Ana escribe una poesía figurativa, autobiográfica, próxima a un realismo amargo, y a mí me gusta, más, me interesa mucho. Vida, amor, pasión, abandono, huida, soledad, paso del tiempo, muerte. Este es el viaje. Diamante en bruto de un decir brutalista. Poeta en su perfeccionismo formal, en la densidad de su lucidez elegíaca, en la energía de sentimiento, pensamiento y acción. Su libro ofrece poemas definitivos que atraviesan la conciencia, conmueven la sensibilidad y enriquecen el conocimiento. Cosmovisiones que martillean nuestro pensamiento y demuestran que la palabra no es impune porque es un ser vivo. En “Postal desde la isla del Hierro” confiesa : “He llegado a esta isla para no morirme /…/ He llegado a esta isla porque tengo miedo.” Y en “Epitafio” impreca: “Que alguien llore: / murió como la noche, / nunca terminamos de conocerlo / y ahora hay un misterio suyo / en cada todo / que dejó vacío.” La poesía exige verdad, inteligencia expresiva, imaginación y voluntad de ser. Ana tiene estos requisitos y algunos más. Que los malos vientos reinantes no impidan a esta voz alcanzar las más altas cimas.
Ángel Guinda
el vídeo que cuelgo luego es de Panda de Tolos, claro.
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