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ZarAGOTA

Peret en Pirineos Sur

Con el ánimo por los suelos, más terminado que otra cosa, agarro mi petate y me abro para la cita anual con Pirineos Sur. Si algo podría solucionar la deriva emocional en la que nos habíamos visto sumidos los zaragozanos después del trágico acontecimiento del miércoles 9 de Julio es un concierto de Peret, aunque el alma sangre los pies deben seguir moviéndose.

 

El primer tema que tuve de Peret, el primer tema que pinché del maestro de Mataró fue un EP de cuatro temas con Lo Mato. Me lo regaló Sergio Algora después de una incursión poética y canalla en un garito de Guadalajara de nombre Chinaski. Y con esa canción empezó Peret el concierto. Llamadlo casualidad o champán para todos, no me importa. Antes el escritor Manuel Vilas había recordado a Sergio en su diatriba de presentación del rey de la rumba. Manolo Vilas comparó a Peret con Johny Cash y con Benny Moré... del uno el trazo fino del folk envuelto en ropajes negros, del otro lo festivo de la propuesta. Y es que otra cosa no hubo pero lo que es fiesta en el concierto de Peret, de eso hubo un puñado: enganchar Canta y sé feliz-la mejor canción que nunca ha presentado España a Eurovisión de largo- con La Noche del Hawaiano-porque si tú tienes cuchillo/yo tengo pistola, otra de las que siempre sonaban en las noches más bambinas del Bacharach- y terminar con Borriquito o Una lágrima cayó en la arena no está a la altura de casi nadie.

 

Repasó temas de su último y excelente LP, Que levante el dedo, con La fama no me cambiará- de cadencia cansada y aroma del Magreb-, Tú y las nubes-un tema que llevaba veinte años compuesto y que por fin se había animado a grabarlo en este disco- o la festiva Jalamandrú. Arrasó con el ritmo stoneroses de Xavi-cantado en calé- con el bajo y el teclado en ulular disfrute y remató la historia con la canción titular Que levante el dedo. Con banda amplia, guitarras flamencas, bajo eléctrico, teclados, cajón, batería y bongos más cinco coristas-cada uno con su momento solista para el descanso del maestro, ese enfisema, es lo que tiene- el espectáculo es como uno de esos antiguos talgos afinados y con potencia llegando más y mejor que cualquiera de estos modernos y fríos alta velocidad.

 

Hace unos meses estuve en el Palacio de la Música de Barcelona viendo el directo de Peret, su reaparición en realidad, en esta gira de homenaje a la Rumba –Peret en auténtica actitud folksinger realiza un interludio acústico, sólo él y la guitarra frente al público, en el que desgrana en popurrí los temas que le pide la gente, esta vez Lola, La rumba del Tracatá o Barcelona tiene color- y tuve un presentimiento, que se ha cumplido muy rápido: disfrutar del pedazo de espectáculo que es Peret en directo en el magnífico escenario de Pirineos Sur.

 

            Un lujo este Peret

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