Hoy
...me he despertado con la noticia del atentado de Santoña y otra vez se me ha venido el mundo a los pies. Tanta sangre en las ondas, en los periódicos... en las manos. Y he pensado que mis padres me han dicho siempre los precioso que es Santoña, también me ha venido a la cabeza que mi abuela ha veraneado allí muchas veces, con mi tío Rafa y su familia. Mi tío Rafa, el que nos recibió y cuidó en París a María Caníbal y a mí... la verdad es que yo soy de los que se mantienen fríos en los atentados, prefiero ser beligerante y efectivo después, cuando a todo el mundo se le olvida la rabia y empiezan a hablar de memeces, diálogo y estado...
Si creéis en un Dios rezad, si no abrazad a vuestra familia... es lo que haré yo.
No me apetece nada, pero bueno, Sergio lo merece: hoy tenemos la primera jornada del homenaje a Sergio que se desarrolla en el Fórum de la FNAC. Estaremos leyendo los chicos y chicas del 22, más amigos, aliados y demás fauna.
Yo he elegido estos textos:
No importar es casi renacer. Decir
la luz a espaldas de los demás. Un lacrimal
a prueba de estrellas fugaces, de ciertos
amores y de los huesos valientes que abren la carne
para mostrarse puros. No importar
a nadie es vivir. Quedarse
sin nada, atarse a la roca,
comernos el hígado cada noche.
Frutas
de un día marchitado, mudado en un segundo.
Un pacto de luz.
Una primera vista.
Una paz
de dolor tan cristalino que no precisa el suicidio.
Nos hemos sublevado con nuestra vida.
de Cielo ha muerto (Veruela, 2004)
Este texto lo recuerdo con mucho cariño, Sergio lo leyó en un recital que dimos en Guadalajara, hace dos años o así...dijo que era uno de sus poemas favoritos. La frase Nos hemos sublevado con nuestra vida lo dice casi todo.
Y este otro:
Los recuerdos se reflejan en los ceniceros por primera vez.
La bestia también ve su rostro por vez primera cada segundo
que pasa en la casa y la repetición de su horror
le serena. Rehén de mi cuerpo queda la sangre
sin derramar y allí donde jugábamos siguen construyendo.
Nadie quiere acabarse. Y en las casas de mis manos cada día
aparecen más hermosos finales. La bestia
duerme a mi lado y me dice que los espejos de la casa
son máscaras de monstruos que usan nuestro reflejo
para ocultarse. La noche ofrece los verdaderos rostros
y frente a la más terrible de mis otras caras me afeito, deselectrizo
con un cepillo mi pelo, hago sangrar con otro mis encías.
A los espejos se lo digo todo.
La bestia no se atreve a salir de su cama
ahora que mi miseria la consuela. Allí donde amé y ella me golpeó
con las manos, en el sitio donde dejamos sangre y pelo arrancado,
están construyendo.
Ya está todo muy avanzado.
de Los versos dictados (Aqua, 2005)
Para mí estos versos son muy importantes. Me hico releer la obra de Sergio y sentirla muy cerca. Me encanta el último verso... Ya está todo muy avanzado.
Nos vemos...
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ana m. -