Crítica: Fantasmas de Mister Hyde
¿El disco definitivo de Mister Hyde?... no, mejor el primer disco definitivo de Mister Hyde. El salto cualitativo que toda banda debe dar, la definición de su sonido, la mezcla de las influencias pasadas (ochentas de manual, noventas épicos) y presentes (el dancepunk, la nueva ola de la nueva ola, las guitarras trepidantes en la maleta de pinchadiscos) para cocinar el futuro. Todos preparados para devorar este EP, Fantasmas, cinco temas redondos, curtidos por la rasca impenetrable del Cierzo, masticados desde el directo para ser escupidos con elegancia en el estudio. Y con cabeza, claro. Los discos hay que empezarlos con pitera, con el hit inmediato, con el pepinazo de Laberintos en la tierra. Un revientapistas con cabeza, una canción de verdad-de las que hacen falta para que el repertorio de una banda tenga consistencia-.Ha sonado en los mejores reproductores mp3 de la ciudad, ha volado a través de la red, es moderno, es postmoderno, es más allá y encima, como las grandes canciones, lo tarareas mientras te acercas a pedirte otro cubata. Todo lo demás sería arquitectura y capas inservibles, sólo escúchalo. Luego hablamos. Fantasmas, es como un tema de Vulnerable revestido de oxígeno, salvajemente incisivo, un tema de escapada, un bajo reticente a la repetición, la lírica del arrebato pasado por el filtro de la primera década del XXI, pronto tendremos notas al pie de página en las enciclopedias, mientras tanto, apretar los dientes y seguir. El silencio entre nosotros empieza con un teclado aserranado (sí, de Nacho Niños, claro), sin miedo, las guitarras susurrantes, para que el crepitar épico de la voz eleve el tema, una letra sencilla encajada en la melodía a base de cirugía poética, sin ningún tipo de pretensión, simplemente pop. La siguiente habitación del motel Hyde es epilépticamente perfecta, salvaje como la bruma mancuniana, Había algo en ti, de ritmo cortante, sin respiración, carga las cuatro cuerdas, púlsalas como si te fuera la vida en ello. Aún tenemos tiempo para cerrar el EP-bendita recuperación del formato para los saturados oídos de los críticos- con Tus Ojos Realidad, levemente tóxica, la mañana perezosa en la que todo se termina, las acústicas esculpiendo la despedida, el sarpullido eléctrico de las guitarras infinitas. Impresionante este Fantasmas, para qué buscar comparaciones manidas si sólo suena a Mister Hyde, si a veces es tan sencillo como tener buenos temas y una grabación-producción coherente… mejor disco aragonés del año…hemos empezado pronto con las listas, pero yo me arriesgo y lo pongo ya entre los cinco primeros.
la foto es de Gustaff Room
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