Crónicas de ZarAGOTA: Queremos vol...(II parte)
Diez años, diez años desde que los Nubosidad Variable subieron por primera vez a un escenario, desplegando una tormenta de sicodelia, pop de alta graduación, exigencias dadaístas y un humor especial que los sitúa de manera perenne en la memoria de todos los que alguna vez hemos sido público en sus conciertos.
Había mucha gente del mundillo, aparte de los músicos de cada una de las bandas pude saludar a la poetisa Ana Muñoz, Javi Bronski, Copiloto, Antílope Volador, los tres StereAnt originales-Isaac, espero que la reseña te guste-, Diego deNoche de los Motavation, vi a Juan Mecánico entre el público, a SusanQ-que venía aceleradísima del concierto de Manolo Tarancón, no sabéis lo malo que me supo perdérmelo-, Pepa de Aragón Vivo...no sé, mucha gente guapa...
Diez años es un cumpleaños redondo y como se juntaba con el segundo aniversario del programa Clic! –uno de los más originales y abiertos espacios de cultura y entretenimiento lúdico que podemos disfrutar por estas tierras- qué mejor que una fiesta en grupo. Después de conseguir que los breakers animados por la biomecánica Lady Funk-más actitud que selección de canciones, de la mezcla no es momento de hablar- se marchen de las inmediaciones del escenario aparecieron Mister Hyde con intención de abrir la noche. Me temía lo peor, después de la actuación ligeramente fallida de hace unas semanas en esa misma sala, pero esta vez el sonido acompañó: Alex y sus chicos cumplieron con el papel durante sus minutos de actuación, repasaron los clásicos de Vulnerable-de nuevo He cometido un error como hit inmediato y los nuevos arreglos para Vulnerable dando un poco de ácido de ese bailable que tanto nos gusta- y adelantaron temas del nuevo disco que estarán grabando-programaciones y producción ligeramente dance mediante-durante este verano y volvieron a ejecutar con maestría su personal tributo a Distrito 14 con una notable Días de Gloria. Eran los primeros y los más jóvenes entre las bandas, pero aguantaron el tirón. Después de los guitarrazos ochenteros aparecieron Estige. Llevan un tiempo preparando su nuevo disco y se les nota alejados del directo. Alex Mariona se ha dejado caer con profusión en acústico acompañado de Ed Sullivan y Diego deNoche por distintos garitos zaragozanos con su proyecto MOTAVATION, pero la pelea en eléctrico exige un salto cualitativo del que esta vez no salieron muy airados. Las canciones tienen alma y la sección rítmica-otra vez muy sólido Javi Polo tras las baquetas-acompaña, pero les falta un poco más de ensayo para volver a alcanzar la cohesión de la que hacían gala hace unos meses y que les llevó a ser una de las bandas más en forma para el directo-recordar el huracán que suministraban en la presentación del disco de Carlos Hollers en la Oasis-. Otra vez será, espero con ansiedad al Fénix renacido de la mano de Rafa Domínguez.
Era el turno de los homenajeados: Nubosidad Variable al completo, con Luis Cebrián en voz y actuación, Pozo en guitarra y voces, Räro dj en teclados y programaciones-más baile y actitud-, Juan Luis Saldaña aka El Maquinista en bajo y voces y Dani en batería y camisa sudada. El repertorio elegido era un tributo al ayer y hoy, sonaron temas de su último EP, El Hermano Sebastián-impresionante Puedes ir en Paz en la voz de Saldaña-, la deliciosa Jesús-una letra de inspiración salmódica, con la mejor lírica de Cebrián, casi un Aleluya invertido- o la coreadísima Órbita-un tema que si existiera el single de vinilo habría gente que guardaría en bolsas de plástico- y por el medio homenajes, a ellos mismos y a sus bandas de cabecera-El Niño Gusano, Love of Lesbian o El Hombre Burbuja (tendrías que haberla tocado entera Javi- y un invitado, Jaime L. Novo, que, sea con guitarra acústica o con maracas, es capaz de dejar su impronta de guitar-hero sobre el escenario. Queremos más, queremos vol... vosotros sabéis.
Y antes de la traca final con los arty-marcianos De Vito, todas las bandas, acompañadas de miembros de StereAnt, Copiloto y Experimentos in da notte entre otros, subieron a tocar el Wake Up de Arcade FIRE. Me gusto Pablo Malatesta, que era de los que se la sabía entera, cantando unas frases. Lo demás era fiesta, fiesta como la que regalaron unos inspiradísimos De Vito minutos después. Lo de estos tres tipos empieza a ser impresionante, un hit detrás de otro y la gente volviéndose loca: arrancaron con una intro instrumental-Star Wars manda!!- y siguiendo con De Putas y Astronautas, Alles aus Deutchs-uno esperaría que no fueran capaces de hacer algo más coreado, pero no-, más Clap you hands and say co!! y los dos últimos misiles cosecha de Fuxedo: Buenas Noches Beirut!! y Radio Räro-con la electrónica fría de Krafwert pasada por el tamiz de The Rapture-. La más floja Soy Maligno dio pasó al delirio final con la particularísima revisión de Viernes de los Niños del Brasil, con Ed Sullivan sintetizando en sus cuerdas tres décadas de actitud y exploración sonora y un Pablo Malatesta que le faltan manos para poder tocar todo lo que bulle en su cabeza-impagable el momento batería, con lo que después de tocar la guitarra en Wake Up y el bajo con su banda ya no le faltaron más que las maracas- acompañados en la voces por Luis Cebrián que no podía contenerse más en los camerinos. Cuatro músicos diciendo: esto es lo que hay, esto es lo que importa, canciones y risas.
Agotado y con los discos sin tocar me acosté. Pensaba lo largo que iba ser el día siguiente, con el tributo a El Mar no cesa perpetrado por Alex Mister Hyde, Jorge Morgan y cía o la Poesía para Perdidos con Forega en la Campana de los Perdidos –había rumores de que además de Mariano Castro, Pilar Peris o Alfredo Saldaña el mismísimo Ángel Gracia se iba a lanzar a recitar- pero uno no llega a todo. Quedé a tomar unos vinos con Sergio Algora, hablamos de sus nuevos libros y de cómo va a ser la orientación de la Costa Brava para la grabación del disco después del verano y luego en el Bacharach, del vino tinto a la ginebra hay un espacio corto, aparecieron la sección rumbera de Confesiones de Margot con el gran Simón Salmón marcando el ritmo, pero cuando vi aparecer a María Caníbal por la puerta me di cuenta que hay cosas mejores que las marcas de cubatas en el dorso de la mano. Y que nos espera un verano largo, largo...
Permanezcan de todos modos a la escucha.
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Costo Bravo -